Como diría un buen amigo,  "unos con tanto, otros con tan poco". Lo cierto es que, dentro de 100 años, en 2124, por ejemplo, todos estaremos bajo tierra con nuestra familia y amigos.

Unos desconocidos vivirán en nuestras casas y poseerán todo lo que tenemos hoy, ni siquiera sabrán que existimos. Sólo formaremos parte de una historia en la memoria de nuestras generaciones, pero al final, nuestros nombres y nuestras costumbres caerán en el olvido.

Qué inútil es vivir para conseguirlo todo, para comprarlo todo. Muchas veces dejamos de amar, de disfrutar y de hacer tantas cosas, como si fuéramos eternos y no fuéramos conscientes de que nuestra estancia aquí es sólo un suspiro.

Pasemos la vida haciendo buenas acciones, amando y sobre todo viviendo antes de que sea demasiado tarde.