Mejillones al vino blanco con una rosa gratinada

agosto 20, 2020

Por su valor nutricional, sus propiedades... y, porque, simplemente están espectaculares, los mejillones, en este caso, al vino blanco con una rosa de papa gratinada, siempre son una opción.

Los mejillones tienen un precio asequible, es un marisco apto para todos los bolsillos, por lo que no merece, desde mi punto de vista, optar por este producto congelado. Por lo tanto, con unos kilitos de mejillones gallegos, de Boiro, sacaremos el máximo de rendimiento a nuestro plato.
 
Los mejillones, por otra parte, son excelentes... puesto que, permiten muchas preparaciones y, además, presentan unas cualidades magníficas, poseen mucho sabor, poca grasa y mucha proteína.

De esta manera, los mejillones son realizados al vapor, con una hojita de laurel y un chorro de vino blanco, en una cama de verduras, preferiblemente zanahoria, en bastones. La guarnición, una rosa confeccionada a base de un gratin dauphinois. Una combinación perfecta en la que, con una mandolina, las papas se cortan en rodajas de unos 2mm de espesor, y previamente al horneado, son cubiertas las capas con ajo machacado, pimienta, sal, nuez moscada, nata y queso al gusto.
 
Una guarnición muy buena y que, después de unos 45 minutos, a 170 grados de horneado, debe estar preparada para complementar nuestro sencillo, pero muy rico, plato principal de mejillones al vapor con vino blanco.
 
Espero que les haya gustado esta preparación. La imagen que, ilustra la misma, corresponde a mi elaboración. Todos los derechos reservados.

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