Errores más comunes al cocinar el pollo

agosto 31, 2020

Quiero desahogarme hablando de los errores que más se cometen a la hora de cocinar el pollo, una de las carnes que más presente está, sin duda, en los hogares. Errores muy manifiestos, en gran medida por desconocimiento, aunque dada su preponderancia en los hogares, lo obvio sería que tuviéramos una mayor familiarización con dicho producto ya que, "hasta en la sopa" tenemos el pollo, nunca mejor dicho... Quizá por su bajo precio, o por su neutro sabor, y porque los más pequeños no suelen "echarlo pa' tras"... en definitiva, por uno u otro motivo, es un producto muy destacado en nuestra cocina.  
 
Lo cierto es que, a pesar de su precio medianamente bajo, no se le saca toda su potencialidad, se le maltrata en exceso a la hora de su manipulación, cocinado y ya no hablemos del proceso de su cría. Este aspecto me daría para unos buenos artículos así que, muy brevemente, sin perderme en muchos detalles, mi recomendación sería que consuman productos avícolas de granjas ecológicas. Con un procedimiento y elaboración respetuoso, también hacia el propio animal... y una correcta salvaguarda de la cadena alimentaria. La diferencia en el precio no es tan abismal y, desde luego, repercute en el producto para mejor... y defendemos otra filosofía, otros valores, apoyando en concreto este tipo de consumo.
 
A bote pronto, para empezar, es muy típico que con poco tiempo saquemos el pollo y lo dejemos  descongelar encima de nuestra encimera, en un plato. Un gravísimo error que, nos puede acarrear un grave perjuicio en nuestra salud puesto que, una vez se encuentre a temperatura ambiente, las bacterias estarán por doquier en dicha superficie. Por ello, siempre, proceso de descongelado en la nevera y, si queremos acelerar el proceso, debemos introducirlo en una bolsa hermética que será sumergida en agua tibia. Antes de ser cocinado, debe estar mínimo unos 15 minutos, a temperatura ambiente. Así garantizamos una cocción adecuada.
 
Por otra parte, el pollo no se debe lavar nunca, aumenta la proliferación de bacterias, se limpia únicamente con papel de cocina, ni tampoco debemos retirar sus huesos, su piel, antes de su cocinado, estaríamos atacando su jugosidad, independientemente tengamos o no intención de comer estas partes.
 
Asimismo, por recomendación sanitaria sabemos que la temperatura en el interior del pollo debe registrar los 75 grados, ahora bien, todo grado que exceda dicho marcador, es innecesario y contribuye, drásticamente, a su recesado. De ahí mi recomendación, nuevamente... un termómetro de cocina es un utensilio muy importante para nuestro hogar.
 
Una cuestión muy básica, si lo freímos... el pollo tiene que poseer, en sus diferentes piezas, básicamente las mismas características, lo que nos permite controlar mejor su aspecto crujiente en el exterior, su jugosidad en el interior y la menor cantidad posible de aceite adherida. Si lo horneamos, por contra, lo debemos dejar reposar antes de trinchar, al menos 5 minutos, para que sus jugos se asienten.
 
Por último, no quiero despedirme sin reflejar algo muy obvio, aunque no muy generalizado, el pollo es una carne muy básica, también en cuanto a su sabor, prácticamente no sabe a nada, tiene un sabor muy neutro, por lo que recurrir al salpimentado no es suficiente a la hora de sacarle su potencialidad, debemos esmerarnos un poco más, prepararle una salsa, añadirle unos frutos secos, cítricos, etc... darle un toque, en definitiva.

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