Actualmente hay bastante gente muy escéptica con la posibilidad de una segunda ola de este virus infernal que, ha paralizado media humanidad y la otra también. Ya no entro en valorar ese porcentaje de ignorantes, imprudentes, de personajes que, no sólo se pasan las recomendaciones sanitarias por el arco del triunfo... sino que, también, para colmo... niegan la existencia del mismo virus. Me centro, por tanto, en los que creen que esto es un mal sueño, y que ya nos tenemos que dedicar "a otra cosa, mariposa".

Ojalá me equivoque pero, analizando una serie de patrones, teniendo en cuenta variados factores, es evidente que tendremos una nueva ola de Coronavirus y, previsiblemente, mucho antes de otoño. Bien es cierto que, disponemos de recomendaciones higiénico-sanitarias que eran desconocidas en febrero y marzo, pero tenemos mucho más virus circulando que en aquella época, este virus ha llegado al mundo, se ha expandido por países y está, por lo tanto, dispuesto a quedarse. Hacerse notar, nuevamente.

Por aquella época, meses atrás, se luchaba contra un desconocido pero, a corto plazo, lo imperante será contener rebrotes, muchísimos más numerosos, con un problema mayor... la falta de inmunización. Si nos creemos los datos ofrecidos por las autoridades, tanta muerte, tanto sufrimiento social y económico, en el caso de España, no ha logrado suponer una inmunidad colectiva superior al 5%. Hablando claro... un 95% de la población sigue siendo vulnerable, y a pesar de que tienen que seguir trabajando, acudiendo a centros educativos, fábricas, etc... no pueden abandonar la única manera de protección, hoy por hoy, conocida, el distanciamiento social, portando mascarillas, con higiene.

Por lo tanto, si combinamos todos estos aspectos, mayor presencia y dispersión del virus, la ausencia de inmunidad y la vuelta a las actividades, la rutina, más pronto que tarde, tendremos la segunda ola del Coronavirus.