Y, en España, como somos más listos
abril 14, 2020
Es un hecho que, nuestra clase política se ha caracterizado por repetirnos, hasta la saciedad, que nuestro sistema público sanitario era de lo mejorcito. Está más que comprobado que, simultáneamente, gobiernos de todo color político no se han ruborizado, desde años luz, en coger las tijeras de podar, rebajando las condiciones de nuestros sanitarios.
Con una crisis sanitaria como la actual, queda más que constatado que, ni teníamos el mejor sistema sanitario, que los recortes, evidentemente, tienen consecuencias nefastas para la salud, más manifiestos en esas regiones donde se ha producido el desmantelamiento brutal, y que los que han "remado a contracorriente", precisamente, han sido los más vulnerados, los grandes olvidados, los de los sueldos de miseria, los de las guardias interminables... los sanitarios, sin olvidarme, de los que el ejecutivo calificó como trabajadores esenciales, pero antes de todo este percal, han sido con perdón, los grandes "ninguneados". Desde cajeras de supermercado, transportistas, agricultores y ganaderos, personal de gasolineras, miembros de los Cuerpos y Fuerza de Seguridad del Estado y, así... hasta un largo etcétera.
Con una crisis sanitaria como la actual, queda más que constatado que, ni teníamos el mejor sistema sanitario, que los recortes, evidentemente, tienen consecuencias nefastas para la salud, más manifiestos en esas regiones donde se ha producido el desmantelamiento brutal, y que los que han "remado a contracorriente", precisamente, han sido los más vulnerados, los grandes olvidados, los de los sueldos de miseria, los de las guardias interminables... los sanitarios, sin olvidarme, de los que el ejecutivo calificó como trabajadores esenciales, pero antes de todo este percal, han sido con perdón, los grandes "ninguneados". Desde cajeras de supermercado, transportistas, agricultores y ganaderos, personal de gasolineras, miembros de los Cuerpos y Fuerza de Seguridad del Estado y, así... hasta un largo etcétera.
Es una realidad que, para muchos, Pedro Sánchez no está capacitado ni para presidir una Comunidad de Propietarios, que este gobierno da bandazos, día sí y día casi que también, con constantes contradicciones entre ministerios. Que este gobierno que, cada vez más, nos resulta más indigesto, a pesar de los esfuerzos que hace nuestro presidente, con su peculiar "Aló Presidente", no dice ni hace nada relevante, y ni por dejar, da capacidad de preguntar obviedades, limitándose a soltarnos a cuentagotas medidas que, se supone que proceden de un Comité Científico.
Está acreditado, asimismo que, hoy por hoy, España es el único país europeo al que esta pandemia le ha golpeado más fuerte, que la Organización Mundial de la Salud, cuestionable en muchos aspectos, repite que "no es el momento de relajar las medidas", y a pesar de eso... ¿Qué hacemos?.
Frente al confinamiento prologando de Francia hasta el 11 de mayo, las medidas estrictas adoptadas por media Europa, estando encima de la mesa incluso el aplazamiento definitivo, en estos momentos, del curso escolar, en países como Luxemburgo, Suiza, etc.. desde esta semana, en España, a nuestro ejecutivo, al sr. Sánchez, no se le ocurre nada más propicio que enviar a trabajar a unos 4 millones de españoles. Y, todo ello, con los datos escalofriantes que, a diario, nos asolan.
No quiero despedirme, sin decirles a los socialistas, a los discípulos de los brotes verdes de ZP, que está atestiguado que los países que decidieron priorizar la economía, también en estos momentos, se les está cayendo la economía a trozos. ¡Miren a Estados Unidos y demás amiguitos del capital! Sigan enviando, por lo tanto, señores políticos, a españoles a trabajar, prematuramente, que los formados seguirán escondiendo sus currículums, sobrecualificados, para poder trabajar por dos duros, mientras ustedes, los listos, fallan más que una escopeta de feria, y engordan, no precisamente, sus cabezas.
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