El sector vitivinícola tocado y hundido

abril 27, 2020

A pesar de ser maltratado, durante los últimos años, por representantes políticos que no tienen en cuenta las peculiaridades, las dificultades, y la competencia desleal que sufrían nuestros caldos, el sector vitivinícola ha sabido "remangarse las manos" y cortar, sortear las innumerables adversidades presentadas a lo largo de estos años.
 
Pero, si en la actualidad, no hay de manera generalizada un sector que, no haya sido "tocado y hundido" por la presencia de este virus, el escenario con bares, hoteles y restaurantes cerrados, y tiendas especializadas bajo mínimos, no es nada esperanzador, en absoluto.
 
Con medidas adoptadas, a marchas forzadas, para adaptarse a la nueva realidad, las ventas online han mitigado las caídas pero, en el caso español, en este campo, tenemos un mercado no acostumbrado a la compra en línea en comparación con otros países europeos.
 
Líneas de baterías aprobadas, por diferentes administraciones pero, que como en el pasado, no tienen lo suficientemente en cuenta al sector vitivinícola que, sin duda, es una parte muy importante, no sólo de nuestra economía, sino también de nuestra sociedad y nuestra cultura. Pues, el vino, contribuye a nuestra imagen de país y es un polo de atracción de visitantes y turistas; es motor de desarrollo en muchos pueblos y ciudades pequeñas de nuestra geografía, vertebra el territorio y ofrece empleo de calidad.
 
Así, conforme una encuesta reciente publicada por la Federación Española del Vino, únicamente el 4% de las bodegas españolas entienden que les afecta poco la pandemia. Por lo que, a pesar de las cifras publicadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el que la consultora Nielsen habla del incremento de las ventas online, evidentemente, no es suficiente, por lo anteriormente expuesto, aunque si sumamos los problemas de exportación que se están registrando con esta pandemia, o los efectos negativos que se vienen padeciendo desde el 2019 a causa del incremento de los aranceles extraordinarios estipulados por los Estados Unidos, apaga y vámonos, sin olvidarnos de la paralización de facturación ante el nulo enoturismo.
 
Un sector "tocado y hundido", sin un compromiso por el gobierno y autoridades europeas, que cuente con medidas y fondos concretos que vayan en busca de reducir los stocks, ante un escenario con muy baja demanda.
 
 

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