Dicen los viejos pescadores que, "la morena muerde hasta después de muerta", haciendo referencia a su gran capacidad de supervivencia y de morder, después de ser capturada. Por lo tanto, que no nos pase que, por exceso de optimismo, antes unas cifras que son alentadoras, en Canarias, bajemos la guardia, creamos que la batalla ya está ganada y nos demos un revés, con una recaída que sería peor.

 

En Wuhan han tardado sesenta días en "empezar" a levantar el confinamiento, y con mucha prudencia, después de hacer test no sólo a los sintomáticos, sino aleatorios a toda la población, no han lanzado las campanas al vuelo. Sin irnos muy lejos, lo que sí es evidente es que, si no hay responsabilidad por parte de algunos dirigentes políticos... a nivel individual, la sociedad civil sí debería hacer uso del sentido común, a veces el menos común de los sentidos, para que no nos suceda como con la morena... que nos muerda después de pensar que está muerta.

 

Dicho lo expuesto, y extrapolando el modelo que se está adoptando en el continente asiático, en el sector HORECA, en concreto, en el mundo de la restauración, y siendo consciente de que, en el caso español y, en concreto, en la región canaria, el sector supone un gran porcentaje del PIB, quiero desglosar una serie de medidas que, desde mi criterio, se deberían implantar o, directamente, se desarrollarán  porque, desde luego, nada será como antes. El virus ha llegado para quedarse, por lo que nos debemos acostumbrar a convivir, con seguridad y adoptando todas las medidas preventivas, con dicha realidad, por mucho que nos duela.

 

De esta manera, la prohibición de grupos, probablemente nos parezca una de las medidas más complicadas, difíciles de asumir, pero en China no se permiten reservas de más de 4 personas y las mesas están provistas de pantallas delimitadas entre clientes.

 

Asimismo, platos individuales y utensilios propios, será una exigencia. Nada de compartir platos, utensilios. Lo que hace, inclusive, cada vez más habitual ver escenarios de personas solitarias que acuden a restaurantes en el continente asiático. La cultura de acudir en grupo, en familia, ya no es la tónica.

 

Desinfección de material, utensilios de usar y tirar. Otra de las consignas que deberán estudiar, implantar el sector. Lo que supondría un duro golpe para los que, venimos concienciando sobre el uso innecesario y perjudicial para el planeta, del plástico.

 

Por otra parte, las cartas serán online y aumentarán las aplicaciones móviles. Medidas preventivas de seguridad que, en China, vienen además acompañadas de folletos explicativos sobre todos los procesos de desinfección que se han efectuado a lo largo de la cadena alimentaria.

 

Temperatura y registro, desinfección de manos, mascarilla y reducción del aforo, con horarios escalonados son, asimismo, iniciativas que formarán parte del ritual a la hora de acceder a un establecimiento, aconsejables, y que en China se están implantando hasta que se recupere la "nueva normalidad". Porque no lo olvidemos, aunque se enciendan los fogones de nuevo, no volverá la normalidad, a corto plazo por lo menos.